jueves, 10 de enero de 2013

doña santa villera (casi un final)


                                                                                                        
                                                                 
                                                                        

El general

El general está triste, no tiene quién le escriba, sin embargo no puede con su espíritu combativo con el que tuvo que combatir y defender, y ese espíritu le hacen crecer garras.
Las garras del general.

No tiene consuelo, no se adapta a la ausencia física de la Santa, no le basta con el busto. 
No se adapta al monótono y ordenado orbitar villero. 
Cada mañana al despertar mira con nostalgia ese abajo mientras fuma su cigarrito mañanero y quiere volar. No puede evitar sentir como pesadas puertas de hierro le impiden el paso, no lo dejan salir, se siente preso, ajeno, huérfano, un peso enorme en el alma no lo deja avanzar. 

El general se siente enjaulado, como un ave enorme enjaulada y sedienta, El Forro de la Nave le es insuficiente, no le sirve, no quiere acabar, terminar en el exilio, acabar como Gardel, no quiere ni debe. Para el general, La Nave ya no Va. 

Mas que un querer es una necesidad, el general necesita volver y  ser parte de esa civilidad villerizada y restante tan lena de odios, necesita hacer verdad el deseo de su Santa. 
Reniega es cierto del discurso civilizado y politizado de siempre, en verdad el general es un neurótico que reniega de todo y de todos. 
Ahora piensa en lo que subyace, en lo subterráneo como en algo propio que habrá que refundar. Piensa en las catacumbas, en los miles de seres que yacen a oscuras comiendo su propia mierda a la espera del Mesías. Como los primeros cristianos yacen pueblos enteros en catacumbas de subtes. 
En fosas yace el desperdicio, la memoria junto a los desperdicios; hay que rescatarlo todo

El general, en general ya no tiene interlocutora, cada uno hace su vida y su mujer Lujancita, es como una virgen inocente de santa y de viejita, buena mujer pero no alcanza para que le sople a la oreja lo más conveniente. 
Solo no puede, ningún hombre puede y con lo suyo propio no basta. Con su mujer  ya ni siquiera cuenta para la alcoba. Al general no se le para.
Sueña con su Santa Villera y ella de vez en cuando le larga un delirio como señal que le sirve

No se banca tanta ausencia, no se banca a sí mismo con su genio ni con sus memorias de hombre de campo y de guerrero. Sabe que la civilidad tiene toda la culpa, toda  pero siente que debe hacer algo por ese hombre restante que yace en los túneles. El túnel.

Entonces prepara el retorno, planifica, tiene que terminar la obra de Doña Santa Villera, hacer de la tierra una villa, no se contenta con su propia salvación en su planeta villero. Lo ama, es cierto, pero le falta completarse, le falta su Santa, le falta el burdel, le faltan los camaradas del campo de lucha, le faltan el alambre, las putas y los voltios, le falta todo y justamente en la falta funda la vuelta. Excelsa fundación la de la falta 
Lo cierto es que en la Villa Transfigurada a todos, todo les falta;
“volveré y seré millones”, es una frase villera que quiere decir “a seguir esperando, a seguir luchando”

Octubre Paraíso no es junio

El general ya lo tiene decidido; volver y su idea ahora es esperar el momento justo del solsticio de octubre y arrojarse en junio en parapente. 
Debe hacer los cálculos trigonométricos que corresponden para caer en la base de Ex combatientes que sobrevive cerca de la entrada al subte en la plaza de mayo. Para el salto deberá esperar el solsticio en el día del eclipse villero, que es cuando queda el ForroVilla con su eje helicoidal perpendicular (no vertical) al culo-entrada al subte, lo que los especialistas llaman el "justo punto de entrada y salida". Ese es un día  que no suele hacerse ver todos los días, ni mucho menos. 
Debe esperar y sobre todo en esa espera deberá estar mas atento que nunca a los mensajes que le llegan por medio de su Spica. 
__ Hijo, la furia del odio en Junio no es el canto de Octubre al que usté está acostumbrado, no valla, le dice la Santa en un sueño. 

Ese, Ese, o Ese

Con su Spica el general mantiene comunicación telepática permanente con un tal "Dimitri Ese", un soldado que combatió junto a él en Malvinas y que murió en sus brazos en un combate en eso que llamaron "guerra" y que no fué otra cosa más que un imperdonable acto de atrocidad en el que yacen todavía en un solo grito millares de Santos Inocentes. Parece increíble pero militares y poder que pensaron en su momento, borrar con sangre la sangre fresca del genocidio, aún conmemoran una guerra

Dimitri Ese, es un símbolo al decir de algunos y al decir de otros Dimitri Ese fue su amado. De esto no hay pruebas ni qué hablar porque tampoco importa que las haya. La vida privada en el campo de batalla es la vida privada y lo que cada uno haga con ella es como de su culo un pito

__ Perdoname Dimi porque nunca te he dicho te quiero, dice llorando el general en una de sus comunicaciones radiotelepáticas. Al toque responde Dimitri Ese;
__Mi corazón se llena de amargura al ver tanta gente muriendo a causa del poder y de las propias faltas. Igualmente Hijo mío, (le dice hijo por lo que se infiere que era como un padre el Dimi Ese para el general) no hay derecho a que el castigo natural, el  natural castigo, castigue de la misma forma a las pelotudos victimas-seguidores, como a los del consumismo, o a los hacedores del brutal capital tirano, brutalmente industrializado. El castigo mayor deberá ser para los responsables, pensantes y genocidas, que para eso hay pesas y medidas, para todo mi General.
__Debemos combatir al capital, tanto como al trabajo, ese es el primer principio de justicia, le responde el general que como se sabe vivió sus años de Ex junto a su Santa Huérfana Villera, combatiendo el capital.
__Debemos hacer que el castigo a los genocidas por los hechos, todos los hechos, sea el mismo que para los de sus brutales y miserables ideas
__ Nwrember¡ grita el general que no cree en ningún Mesías pero sí confía en los que esperan. Juicio sin tregua. La tregua
__Hijo, no lo dudes, he resucitado y he vuelto a juzgar a los vivos y a los muertos y habrá varas diferentes para medir el castigo de Unos y  Otros.
El Ese Dimitri delira se cree Mesías

temerario el temeroso?
Deberá andar con cautela el general, ya no podrá entonces, fiarse de Ese ni de nadie, como su santa lo hiciera en su momento, igualmente contesta puntualmente a Ese cada comunicación mesiánica como si nada, como si la cosa fuese como pareciera ser.
                                                                      
__ Para cuando termine de construir mi parapente que me está llevando un trabajo de la hostia, porque arreglo un lado y se me rompe el otro, cuando no se me pianta un comando, se me vuela un estabili, y cuando termino con los extrados se me borran las bandas, pero te juro Dimitri que lo solucionaré y cuando arribe a  la base, te romperé el  alma de un abrazo. Este parapente de mierda me está llevando mucho trabajo y tiempo, con esto de la antiindustria no conseguís en esta Forro Villa ni un puto clavo. igual no me quejo, es lo que hay

psicoaeronavegación 
El delirio y el destino marcan que para cuando el eje de la órbita villera esté en el justo eclipse en posición   perpendicular, apuntando a la justa entrada al subte, en ese justo punto, el parapente estará listo para la partida y partirá el general escoltado de una paloma.
En sus últimos mensajes, Ese se habría mostrado algo preocupado a causa de que conoce que el general le teme a los vuelos y no le gustan las palomas  
__No hay por que afligirse caro Ese, lo tengo todo calculado. 

postrer mensaje

__Mon chere Dimitri espero con ansia infinita el momento de la partida, pero más el de la llegada. Sé que estarás esperando junto a millones. Yo ya tengo lista la caja negra. Te pido a vos que no olvides de poner un colchón en el piso, no sea cosa que se me rompa el culo o el tren delantero en  el aterrizaje.

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