sábado, 14 de enero de 2012

TUMORROU (facenovelita) episodio 14

Episodio 14

con el dolor que da la conciencia de estar haciendo algo malo o no del todo bueno, pensé en los palitos y en sus diferentes tamaños y en como todos éramos cómplices del engaño y la traición, seguramente para justificarme pensé que era porque entonces yo no conocía a las abuelos de la nada, ni a los míos propios.

sin querer pero a la vez sabiendo había tomado sin decir nada por temor o por ignorancia o por ambas cosas aquellas palabras criminales que son la encarnación del horror ...

"no están, ni vivos ni muertos, no están, no existen” no existe, no existen, no existen, no existen, no existen, no existen, no existen, no existen ... infinito existen"

palabras que desfiguraron el rostro de tantas y tantas madres padres, hijos hermanos, de tantas caromarilyn, de tanto/ta carlomarilyn. lloré sin consuelo. posé frente a un espejo roto, repetí las palabras criminales y mi propia imagen se tornó criminal.

compuse varias letras reparadoras, varios rokes testimoniales, era necesario para no morir incrustado en la rajadura del espejo, lo hice para purificarme

los compuse conciente de que lo realmente reparador era el propio rock, más allá de sus letras porque sé que por encima de las letras, está la gente.

tuve miedo, mucho miedo por desconfianza porque yo había aprendido en newremberg que fuera de la pena capital no hay castigo para ciertos hechos, y yo sin ser cómplice, lo había sido.

podrían hoy día condenarme por el hecho, por el solo hecho de decir semejante cosa al callar pero no, era conciente del lugar en que vivía, que no era precisamente neuremberg. Pero lo mismo, por el mismo temor que funciona solo, y no por reparar un acto, inmediatamente borré todo y eso no fue ni valiente ni bueno, no fue suficiente.

como buen cobarde me reconciliaba conmigo mismo, no obstante en mi alma quedó aquello como una mancha que dificilmente podré borrar.

no se lavan con nada las manchas de mar sobre la piel de cadáveres despedazados por tiburones y gorilas voraces en tiempos de hechos y palabras criminales.

es que el dolor constante de la pérdida constante de lo propio constante que es en gran medida mas que la vida la libertad, no cede con nada ni con cada no existe.

no es bueno anclar en el dolor, me dije. debía encarar con toda energía un plan. en principio no me ocuparía de nada mas que de lo bello, y de eso había en mi memoria dos o tres cosas, y una de esas cosas bellas era lo que me había no pasado con elenita, de quién nunca he hablado por varias razones que en su momento le pondré letra. la otra era la caromarilyn del socorro, la tan cercana y a la vez tan desconocida, la tan presente, tan de siempre y la tercera cosa mas bella era sin dudarlo lo digo, ella la bella, obviamente ella la bella, con su apetito sexual sin medida, con sus reclamos innecesarios, con sus reproches de tan solo dos o tres palabras, con todo su desenfado al corregir, por su afán de corregir, por decir lo que está bien y lo qué no, por llorar, lo que hay que llorar y por no llorar lo que hay que saber llorar, por su descaro al decir, por su intolerancia ante el error, por su modo de echar en cara sin que se note, por eso y mucho mas y a pesar de todo eso y lo mucho mas que no digo, ella la bella era algo muy bello que me había pasado y muy bello porque había hipotecado su vida y su propio dolor por rescatarme en el justo momento previo al comienzo de mi agonía. Qué ironía tanto dolor insolvente para un rescate, pero ha sido así. ¿ahora se entiende?

No obstante ella, estaba mas que claro que la cuestión que mas frescura traía a mi recuerdo era Elenita, un amor de pura infancia

Nunca supe muy bien si por ella, por elenita fue que no enloquecí de niño.

En el coro de la capilla había logrado consolidar mi silencio interior en un pentagrama figurado de pibe cantor , porque mi mundo interior era de música, mas que de la música misma era de ese aspecto furtivo de la música en que todo lo visible se transforma en armonía. por eso de grande compuse tanto y tanto


continuará tumorrou

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