episodio 11
sin que nadie de la audiencia lo notara pude leer en mi nokia, que como es de última generación se lee desde cualquier distancia con cualquiera de los sentidos disponibles, y como por estar en pleno canto solo tenía disponible el del olfato, como pude usé el olfato, porque algo me olfateaba,,, efectivamente, era otra vez ella la bella que con una voz por demas seductora, me interpelaba a quema ropa: ”dónde estás?”... no pude con mi bronca arrojé el nokia al suelo y seguí cantando, pero las palabras escritas impregnadas de su voz al escribirlas seguía palpitando en el aire como letanía en procesión.
Implacable, ella la bella desde el piso del tinglado, como si estuviera presente mirándome insistía con su aliento impregnando el escenario; "donde estás, donde estas? así un buen rato y luego al ver que no hubo respuesta, empezó con; invitame a tomar algo, invitame a comer, invitame, invitame, invitame...siempre la demanda, el requerimiento burgués del mas fuerte, dame, dame, dame. No contesté y por fin mi olfato dejó de sentir su voz
Por la noche ya mas tranquilo, devuelto a mi vida de entre casa, sin la pesadilla del náufrago ni del rodar en la arena, instalado frente a mi notbuk, con un cafecito y un cigarrillo por toda compañia volví a pensar en la necesidad imperiosa de encontrar a caromarilyn, debía ser coherente y acudir al rescate. Pasé por alto todas los msj, todos de ella la bella, tampoco seguí creyendo que podría hallar en caromarilyn a elenita.
releí lo que me importaba, el msj de caromarilyn que es un poema de bello y un horror de doloroso, eso fue bueno porque pude así componer otro rock de alto contenido. Me estaba orientado hacia la única verdad que respaldan "todos", necesitaba quitarme de encima mi pasado entonces le mande un msj, a ella la bella, lapidario;
"no me rompas mas las pelotas", decía, "ya no soy el mismo boludo de siempre dispuesto a escucharte, loca, tomátelas ”, paso seguido apagué el nokia previendo la turba de mensajes increpantes que vendrían.
Me concentré en el texto del socorro y lo hice analizando frase por frase. sentí mi vista nublada de cansada, seguramente era a causa de la pantalla de mi nokia que había estado disparando durante horas palabras a quemarropa, las radiaciones de la escritura, no obstante sentí que mi corazón volvía a latir pausado gracias a aquella mujer del socorro de quien era ahora su esclavo. Se me hacía imperativo encontrarla. pude decir que se trataba de mi caromarilyn. como cuando de niño pude decir que estaba enamorado de Elenita.
era obvio que los dos habíamos, por distintos caminos, llegado al límite, por la mera resistencia a no dejar de ser parte de "todos",,, a qué negarlo, éramos dos revolucionarios.
Buena y contemporánea prosa, por cierto. He recorrido el blog y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jorge.
gracias jorge por interesarte y gustarlo, es muy importante tu opinión !!!
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