viernes, 30 de noviembre de 2012

Doña Santa Villera



...La  poder es un algo monumental y vallado
el pueblo es un algo invisible que cuando clama y reclama
luce un todo en colores...




LA RESPUESTA

La contra no se hace esperar y  aparecen carteles de fina estampa (seguramente financiados por fondos buitres que son los fondos del poder) que dicen;
“Abajo el general”  
“ la Rosario es una puta conchuda”  
“ que no haiga ma brigada ” 
“ la villa es pal villero y no pa lo Ex",  entre otros más osados como
“ nosotro nos la bancamo; queremo paco y yerba”  
“ ni la santa ni el mulo (por el general) son villero”, o peor aún,
“ si no no dejan hacer lo que queremo lo vamo a silenciar a todo”,  no dicen cagar a tiro, ni dicen hacer mierda que eso sí es lenguaje villero, dicen silenciar que es jerga de garganta buitre. 
 Es claro, la civilidad no quiere perder esos votos y ataca financiando a los contra.

Lo cierto es que estas leyendas generan dudas, confusión en la masa que en su conjunto es fuerte pero individualmente es influenciable. 
Es por eso que el general manda a que toda la villa se concentre en la Plaza de Armas de la Casa, con la consigna de velar por la Santa, pero en verdad es por hacer que nada ni nadie tenga influencias sobre lo individual porque lo individual es débil e invisible 
__ traigan todo lo que necesiten para estar, pero no se queden en sus cuchas, dice La Rosario visitando casa por casa, en tanto las brigadas refuerzan el voltaje y no dejan de patrullar
La cosa está que arde, pero arde de fervor villero, y no solo eso sino que obligan a los contras a retirar los carteles
__ustedes mismos los van a sacar  y los van a quemar, dice el general

El general muestra una calma inusual y dice a sus colaboradores más cercanos del Consejo Supremo
__ no debe calentarnos nada de lo que digan o hagan, eso sí, mantengamos la masa en su consistencia, no dejemos que anden solos, y por lo demás estas son reglas del juego de una guerra fría, por eso Stalin…, dice y enseguida calla, no sigue hablando pero claramente deja a la vista que el ideario guía sus actos.

No es que digan mucho los contras con sus carteles, en verdad nunca dicen nada, pero enchastran y confunden y eso es caldo de cultivo para otras cosas. Pronto aparecen mas carteles, grita el general sin perder la calma,
__me tienen los huevos secos estos hijos de puta, diga que soy campesino y tengo un aparato nervioso (asi dice aparato nervioso) privilegiado que sino

No quiere alarmar pero él sabe que toda esa mugre va entrando en la mente corta del villero corto, en la cabecita hueca de los más ingenuos que son los que tienen la mente cortita como uña de manco, esos que por un chori te votan o salen a la calle sin saber a qué ni por qué.
Son también  villeros, es cierto, pero de los que jamás han de apostar por ninguna causa. Es verdad  que aún no les llegó el tiempo ni siquiera de una parcial transformación y por eso todavía les importa un carajo todo: Lo individual precario solo tiene lugar en ellos. Y son justamente esos a los que apunta ganarse la contra. Son esos que dicen
__yo qué sé, 
__a mi no me importa, 
__no me jodan, 
__ que cada uno haga lo que se le canten las bolas. 
Que todo eso traducido quiere decir 
__si me das algo contá conmigo.

En la villa todavía hay muchos de esos. Por eso el general opina que la Santa, pase lo que pase no debe morir, hay que cuidarla hasta lograr la conquista final de los tiempos sagrados de la gran transfiguración, porque 
__no se avanza sin un líder.

__Vendrán los tiempos en que el bien común será el decir soberano de todos y de cada uno, pues ese es el único fin posible del existir y para eso no se necesita de voto ni de gobierno, ni de institución, ni mercado, ni de santa, ni de ninguno de nosotros, dice el general a sus colaboradores inmediatos del O.U. y para llegar a eso se necesita que el único quehacer del pueblo villero sea el Constituirse en Asamblea Permanente, ( C. A. P.) para deliberar acerca de todo y luego resolver que cosas hacer.

__ Lo único privado individual ha de ser en la villa de doña santa, el amar, el cagar y el coger, dice el general a sus colaboradores inmediatos vestidos con el uniforme de fajina, mientras beben una copita de vodka villera hecha con la fermentación del semen villero (que por la santa Campaña del Forro, no falta)  


Sería fácil dejar la cosa aquí, en la contemplación de un cielo estrellado de una vigilia de porro y fantasía  y negar que día a día va creciendo la falsa necesidad de votar, de elegir, de partir, de dividir para triunfar. Están logrando infiltrar, debilitar la consistencia de la masa. El general no dice nada pero delibera, espera y observa como los contra se la pasan hablando por lo bajo mal del O:U, es claro que no se animan a hacerlo en  contra la santa, todavía. 
La cosa en la villa se va tornando partidaria, quiere dejar de ser asambleística para convertirse en partidaria; Corona contra Contras y cada uno, con el auge de lo individual  fragmenta, van surgiendo  larvas de partidos o bandos. 
Justamente eso es lo que espera la opulencia buitre de la civilidad vallada que no deja de instruir, sobornar y financiar a los contra, y lo va logrando. Nadie dice nada, es todo por lo bajo; trabajo de penetración, guerra fría.
Esto encoleriza al campesino general y sacude el corazón de la santa villera que ha permanecido atenta a los acontecimientos todo este tiempo desde su lecho de muerte y que lo último que quisiera para estos sus postreros momentos es tener que asistir a un villerismo dividido, inconsistente, votante, financiado, subrogado, ciudadanizado como era cuando ella llegó con una mano atrás y otra adelante. No ella no ha de asistir a  la vuelta de su villa  a las garras de la civilidad.
NOOOO ¡¡¡ grita y gime la Santa con cada una de sus marchitas células, y se le  resucitan en ese aullido todas sus fuerzas multiplicadas por el número de villeros que habitan la villa 

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