TUMORROU (facenovelita) episodio 25
vanidad, soberana y despreciable vanidad terminar mi té verde de ese modo, matándome de la risa por el decir de una mujer que solo intenta rearmar su orgullo de mujer traicionada. Salí a caminar con el gesto de un canalla en el alma, la caminata me llevó lentamente hasta la laguna, la brisa fresca enfrió mi risa y volvió a mí la capacidad de reflexión; si ese hombre cantaba tan mal después de todo sería porque quería, no era la cosa de la risa por el cantar de ese hombre, ni por el mío que seguramente ha sido y es de lo peor. Pero de repente volvió a mí como una llamarada aquella mirada vidriosa, encendida, revanchista, odiosa, gozadora con que ella la bella me miraba mientras me contaba lo que contó de su amorío con el cantor.
desazón agrio desazón el que nos trae la vanidad cuando castiga. yo mismo, mua mem debería haberme ofrecido una disculpa, pero no, porque cuánta impotencia llena de odio sentí por aquella mirada encendida.
Otra vez la bella ella hablando y contando desataba mi vanidad, una vez más pegaba duramente sobre mi perfil ingenuo.
amorodio debiera ser una sola forma, una sola palabra y con eso se obviarían muchos pesares y dudas
Necesitaba gritar, desquitarme, refutar la infamia del deshonor, preferí calmarme, caminar y volver a la casa de campo, como ellos le decían a la pieza baño y cocina por el solo hecho de estar en medio de la nada.
volví con toda la furia escondida en el dibujo de una sonrisa, desde el alambre con púas se la escuchaba reir, la ví matarse de la risa mientras mandaba un mensaje de texto. sonó la marcha de san lorenzo en mi nokia de última generación, el msj de texto decía, "no lo puedo creer, jajaja".
Volvió a teñirse con la amarga y corrida tinta del despecho toda esa santidad con que yo la había investido y por la qué había vuelto a la casa.
la guerra es la guerra, me dije, y los amores están solo para hacer del amor la guerra. Así y todo debía seguir adelante. Seguiría componiendo y cantando rok a pesar de todo.
silencio fue la palabra que antecedió toda palabra por décadas, por no decir centurias, cualquier discurso en todo el vasto territorio que habitamos mas los extensos aledaños. Por eso cantar rok fue como empezar a romper a cascotazos con el cartel de la siniestra palabra silencio.
igualmente la estadía en casa de campo de lobo me venía bien porque debía terminar la preparación del nuevo tema, "cómo puedes hacerlo tan mal" que estrenamos con los tansónicos un tiempo después en el estadio de Talleres. Y lo hicimos tan pero tan mal, que se sumó al fenómeno del momento, un documental incomprensible pero muy honesto llamado "soy cumbio". Batiemos records de público y de difusión en la web, pero yo lo tenía decidido.
no había mal que por bien no viniera, es cierto, estaba tranquilo, fue a partir de entonces que fui abandonando el rok. mi voz se iba perdiendo, mis idas a lobos eran muy infrecuentes y nuestros encuentros con elenita eran cada vez mas intensos y frecuentes. En la pieza de defensa y chile es donde nos encontrábamos por el puro gusto de estar, decirnos cochinadas, tomar mate y llevar a cabo las cochinadas que inventábamos, todo tipo de degeneraciones que ninguno de los dos se había permitido nunca. Pero aquello no fue mas que sumar vacío al vacío y no solamente no prosperó sino que la llevó a elenita a intentar tirarse por la ventana de la pieza que estaba siempre abierta.
entonces no nos vimos mas. Pero solo hasta el día del recital de ramallo.
Sí, ella era efectivamente Elenita
una cortina de humo oculta un gran incendio, una elenita ocultaba la otra elenita. la que había estado eternamente oculta seguía opacándose en la oscuridad hasta desaparecer y la que había surgido en lobos y había ido furtivamente acompañando a su hermana a Ramallo era definitivamente lo que me parecía; elenita.
ella la bella siempre supo que era en el fondo una entregadora fraternal, pero no lo reconoció nunca, se amparó en la fragilidad de mis condensaciones. La pasión por la guerra y el amor por su hermana, me consumían.
Después de lo de Ramallo se hizo un paréntesis en nuestra comunicación, la mía con ella la bella l y la mía con Elenita. Una mañana suena mi nokia y leo, "no pensas venir, tenés cuiqui...?" era ella la bella y por primera vez en toda mi vida me animé a no tenerle miedo y le contesté
__no.
en cambio cuando elenita me invito a que la invite a mi desordenada pieza que está arriba del bar seddon, no pude decir lo mismo, y le contesté
__si
Sino, una conjunción sutil, ambigua de lo no con lo si.
Sino hubiese sido porque la imperiosa misión de ayudar a la caromarilyn me apremiara al retiro hubiese acudido a mi compulsión. Si, hubiera corrido a chile y defensa, la hubiese esperado y una vez adentro y con la ventana abierta, los dos, como lo hicimos tantas veces hubiéramos desnudado hasta desvanecernos en la luz de la mañana, nuestras partes mas inmundas para hacerlas tronar de goce y de dolor en el roce, una y mil veces.
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