viernes, 20 de enero de 2012

TUMORROU (facenovelita) episodio 17

Eepisodio 17

en mis actuales condiciones, borrar del mapa o reordenar los hechos conforme a la dimensión ordinaria de espacio-tiempo es cosa relativamente difícil, no obstante a veces lo logro.

eran las 9 de la mañana, ya habíamos cantado el himno a Sarmiento, yo estaba junto a mis compañeritos parado sobre el escenario del salón de actos de la escuela Capitán Sarmiento, vestido con mi traje de gauchito negro y elenita estaba a unos metros vestida con su trajecito de moza donosa sonriendo a un lado y al otro, mientras esperábamos que la música empezara a sonar. Se festejaba un aniversario mas del 25 de mayo famoso y debíamos bailar una zambita que acompañaba al piano la maestra de música. elenita debía acercarse revoleando un pañuelo con una mano y con la otra sostener levantado el ruedo de su pollera de moza donosa. Se acercaba y se alejaba de mí, dando unas vueltitas muy graciosas en puntitas de pie con pasos cortitos mientras tanto yo con mis alpargatas nuevas zapateaba sobre las tablas sin saber hacerlo con las manos a la cintura.

no había dudas de que a pesar de todo, aquello era una zamba

la mujer que se acercaba empujada por la fuerza del destino que no pregunta nunca nada, era la misma niña, la misma moza donosa de largas trenzas doradas como tirabuzones dorados?. sin dudarlo un instante le sonreí y de la emoción comencé a zapatear en el escenario, el público aplaudió a mas no poder, el zapateo en un rok fue la causa del aplauso, lo cual significaba que estaba naciendo de manera real y espontánea una verdadera innovación en el rok nacional; el zapateo folk.

aplaudió tanto y tantos fueron los gritos de esa muchedumbre empapada en la necesidad de mas de eso, que podía sentir a nuestras madres y maestras festejando con gozo el baile de sus niños gauchos en el festejo del 25.

contagiados de fervor danzante mis compañeros tansónicos comenzaron a zapatear como locos, locos por la innovación y por el porro.

pronto el zapateo devino en canción, un canto que empezaba en los pies y terminaba en la boca, el verdadero canto siempre es así.

comenzaron a entonar a viva voz "ella", mientras ella se fundía en mi mirada a unos pocos metros, con su rostro cubierto por el velo de una capelina amarilla que sujetaba con la mano para que el viento no se la volara.

Lucía muy bella, de repente no se como hizo pero burló la seguridad y subió al escenario, palpitando en todos mis sentidos me tomó de una mano y fue como cuando bailamos la zamba en el colegio, con mucha esperanza seguí sus pasos y la muchedumbre se volvió loca al sentirse parte activa de semejante fusión.

el ensamble zambarok nacía gracias a Elenita?.

Al poco tiempo el nuevo género era aclamado por todos y llamaron a eso " rok folk de las patas a la cabeza".

entusiasmado por lo que estaba viviendo yo no cabía en mi corazón, quise que de ahora en más nada ni nadie malograra ese momento. pensé en no renovar el crédito de mi nokia, en prescindir de él para no recibir más msj injuriantes de ella la bella ni de nadie, pero no pude, necesitaba saber, oler, ver, estar conectado y mi nokia de última generación me daba a manos llenas todo eso y mas.

no bien renové el crédito no paró de sonar.

ya no era ni una, ni otra, eran todas a la vez, las mil mujeres de la vida, en una ensalada de palabras que por suerte no decían nada por lo que no tenía motivo para preocuparme y mucho menos para salir corriendo a socorrer.

la ensalada de palabras al principio resultó inofensiva, pero pronto me hizo pensar en los que esperan su turno en cautiverio y por palabras sueltas, señales claves, golpecitos en la pared pueden comunicar o dar a entender algo.

claro que no puede ser inofensivo algo ni para uno mismo, cuando para todos se está desaparecido o peor aún cuando la marea se bate sobre una espalda herida de muerte, o cuando las olas al romper golpean el cuerpo una y otra vez contra una columna grafitada, o cuando a la madrugada entran carceleros entrenados a violar al cuerpo con picana y palabras criminales.

el rok folk era el bálsamo que necesitaba para anular el recuerdo, bailé y canté como nunca, con la cabeza en alto y los ojos cerrados, de manera que no la pude ver.


ontinuará tumorrou

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